Y si bien el matrimonio recién empieza, habría que brindar porque, por
fin, después de tanto, el corazón y el alma y las fibras tienen sobre quien
descansar. Vengo a descansar, a sacarme de encima las cargas y los agobios, los
sinsabores y el frío, las planillas y los vencimientos, la introversión y las
incertidumbres, lo que me arrepiento y lo que me frenó, el cansancio de poner
el cuerpo. Vengo porque encontré en vos una tranquilidad que no conocí jamás,
vengo a quedarme, a pasearme con mucho donaire, y a abrir la puerta para ir a
jugar.
Vengo a descubrirte y a redescubrirme. Creo saber quién soy pero tu
versión de mí me promete aciertos desconocidos. Que yo te importe, que vos me
quieras, que esta noche estemos juntos para prometernos de por vida, me habla
de que hay mucho que todavía no sé aunque tenga más experiencia que años.
Vengo a distenderme en vos, ponéle que a soñar, pero mucho más vengo a
trabajar para conseguir lo que queramos y destituir lo que no queramos. Vengo
porque viniste, y creo saber por qué viniste vos.
Lo siento, lo huelo, lo intuyo, me lo decís con tu silencio y con tu
ventarrón, con tus palabras que a veces no me escuchan y con tu ternura limpia
de violencia, con tu alba y con tu atardecer. Yo sé porqué vine, y sé porqué
viniste vos. No te das idea las ganas que tengo de armar el mate a la mañana y
amarte a vos toda la vida.
Vengo a ser tu reposo y tu jardín de humor, tu compañía en la calle y en
la carretera, en la vidriera y en el secreto, en el río y en tu hectárea
temperamental. Vengo a demostrarte que, ni aún por rutinas o desgastes, estar
juntos dejará de ser una buena idea.
La idea de estar acá, con toda esta gente que mira y se sonríe, que
piensa: Mirá vos eh… al final se casaron, con esta logística de hacer una boda
doble ciudad, toda esta idea es nuestra, nosotros nos metimos en este baile. Y
me gusta, me encanta bailar con vos, bailar de a dos, bailarte y que seas mi
ritmo cotidiano.
Ah… no te dije: Te traje perfumes, yo te traje Leberwurst, pero yo te
traje ansiedad, y yo te traje una mudez hecha añicos, te traje besos, te traje
la piel, te traje mi pacto de ser familia.
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