domingo, 23 de diciembre de 2012

Tal vez no corresponda, tal vez frustre bastantes planes, tal vez sea incompatible con tu Palabra y tu paciencia. Tal vez algunos te maldigan, tal vez otros te injurien, tal vez se eche a perder el sambayón en la heladera; aún para los renegados tu llamamiento sigue abierto.

Y yo sé que sería mejor que suceda de otro modo, y yo sé que tu naturaleza es antagónica a ser invasivo y avasallador; vos no andás tiroteando puertas ni llevándote por delante corazones repelentes. Vos invitás, vos siempre invitás, siempre pagás vos, desde toda la vida que sos así.

Pero aunque sea mejor de otra manera, y aunque lo que te pido quizás sea desprolijo, por favor, esta Nochebuena, esta Navidad, hacéte presente aunque no te inviten, entrá a todas las familias aunque no te esperen, no nos dejes a expensas de nuestra propia egolatría.

jueves, 24 de mayo de 2012

imprescindible


Ni siquiera tenés en menos la trayectoria de una sola gota de mi sangre. Te desentendés de nada, de nadie. Murallones de catástrofes parecen confirmar tu ausencia, sin embargo este y todos los planetas, este y todos los mundos siguen siendo porque lo permitís y porque querés. No hay señor en la tierra, feudal o contemporáneo, que por más que ostente y posea miles bienes, documentos, propiedades, títulos y manipule gobiernos, esté por encima tuyo. Tuya es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitamos. Tuyos son el poder y la gloria, el reino y la heredad.

GRACIAS por tu soberanía inviolable. Más les convendría a quienes oprimen pueblos, cranean atentados, disparan bombas y misiles, suben impuestos y bajan salarios, velar por sus propias almas. Ninguna decisión queda sin consecuencia, nadie quedará sin responder por sus actos, soy parte de la multitud y entre esos millones me viste y me ves.

GRACIAS por los cheques, por la casa en las nubes, por tu voz a través de otra voz, por golpear mi pecho con tu Palabra esclarecedora. Gracias por esta mañana que llega después de que anoche el corazón se me salió por el pecho de tanto clamarte el cumplimiento de la promesa. Yo no te necesito como una rueda de auxilio, un remolque, o de casualidad. Sos imprescindible para respirar y ver, para pensar y comer, para dormir y despertar, para creer y resucitar, para cantar y hablar, para latir y ser el mejor, para no dejarme tragar por las mandíbulas de la conmoción.

No sos una invención, no sos mi imaginación, no sos un pensamiento mágico, tampoco una sensación. Yo te creo, te creo, creo que existís y sos, te creo y te experimento.

Mi vida está en tus manos. Mis manos están empuñando ametralladora.

domingo, 20 de mayo de 2012

todo sabio

Dame tu sabiduría, engendrá en mí tu sabiduría, habitáme como el agua habita las cavidades del océano y las nubes habitan el cielo. Todo el que soy, lleno de vos, porque yo quiero ser sabio.

Por ahí hay sabidurías respetadas, elocuencias comentadas puestas sobre estrados que a personas les gusta aplaudir; yo no busco ser sabio para ser reconocido. Dame tu sabiduría en esta intimidad de la mañana, o en la exigencia de la noche, o en el asentamiento de la tarde. Yo quiero ser sabio para aprovecharte al máximo, para vivir completo, y que todas mis decisiones nos den gusto a los dos.

Para decidir mal me preciso sólo a mí. Para decidir y reaccionar con riqueza, madurez, alegría, productividad, te preciso a vos, y a tus agentes que quieras mandar.

Dame tu sabiduría, Rey, demostráme esta misma mañana, todo este día, por favor esta noche, que me estás haciendo más sabio. Dame palabras impensadas que sean las oportunas para mí y los demás. ¿Qué decir y qué callar? ¿Qué decir y cómo decirlo? ¿Qué callar y cómo batallar desde el silencio?

Tu sabiduría, toda tu sabiduría. Hoy, después, en la cena, siempre. Ya. Ya, todo yo, lleno de vos. Ya, yo, todo tuyo, todo sabio.

viernes, 4 de mayo de 2012

incandescencia



Nunca sos mi última opción, nunca estás por si las moscas, has provisto mi vida con las oportunidades necesarias, nunca me dejo diagnosticar por la televisión. Y voy a tu vera, y soy el que sueña con los ojos abiertos y la mente fértil a vos. Desanude la soga esta mañana, otra vez me doy cuenta de que matarse es estar vacío y yo tengo tu voz en mi jardín.

Tu voz crece en mi voz, tu voz amalgama cielo y tierra, el amor y el caos, la polución y tu sangre en un sonido nuevo, único, un tono que abraza, una textura que hospeda, palabras hijas de tu Palabra. Dame más profecía que quiero estar siempre listo.

La calle clava dependencia en cualquier intento de libertad, la calle no le saca provecho al hombre, al contario; todos en la calle son ninguno, todos están hervidos, nadie mira a los ojos pero casi todos miran las braguetas y las tetas. Con tanta urgencia genital, reposar es una rareza, gimnasia exótica venida desde Belén. Y vos sos mi reposo, y mi escudo, y mi yelmo, y mi porción. Vos sos en quien primero pienso, a quien primero voy; intento que mi amor coincida con las decisiones que tomo, los dos sabemos que muchas veces mis reacciones no te aman nada, te desconocen, aunque nunca te reniego.

Me sigue asombrando tu luz en mis sombras, tu verano infinito sobre mi invierno elemental, tu voz brotando por mi voz. El jardín se alegra de verte llegar, yo más que el jardín me alegro de verte llegar y de que te quedes, no un rato, no una batalla, sino siempre, siempre.

GRACIAS.

Tu voz recuperó mi camino y el desierto es un lugar en el que no me centro porque estoy viendo tu futuro y tu esperanza. Vengo de vos, voy a vos, vuelvo a tu voz. Esta noche avanza con las luces bajas; de tu incandescencia salgo refrescado.

jueves, 19 de abril de 2012

esta mañana


Gracias.
Por tu presencia cotidiana, por el consuelo, por la llama que nunca se apaga. Ni por necesidad ni por obligación, me nace agradecerte porque sin vos en nada soy solvente. Gracias porque tu rueda sigue girando para mí y en tu esforzada dedicación el amor cubre multitud de faltas. Vengo desde la otra costa, una rada temida que más que un temor es un gran osario. Han quedado ahí millones de vasijas rotas, pedazos de gente a quien le costó creer que vos también podías con ellos.
Gracias.
Porque no nací para morirme de miedo.
Porque tu aceptación me hace libre de ser transparente. Es tan imprescindible que me sigas formando, es tan indispensable que tu esperanza siga alimentando mi mente, mi cerebro, mis pensamientos siempre, en especial algunas noches, o alguno s días libres cuando el mundo parece colmarse de las horas más largas del tiempo. Gracias, simple. Gracias, llanura de trigo sobre la que corremos con todo el pelo al viento y en la aventura amarilla están todos porque ninguno se perdió.

Una meseta y las montañas, casa de antes abierta al suceso presente y el porvenir, mesas mediterráneas y tu paternidad inspirando a otros padres, que maduran como la mañana, que se arrepienten, recomponen y siguen de pie. Llanuras, mesetas, montañas, el océano y el mar y ya ningún desierto. Gracias porque hoy es real que llevamos una vida juntos.

Y dame en este día la zarza parlante desde cuyo fuego la incredulidad se quema, el miedo se incendia, el conformismo y la resignación desaparecen. Dame hoy el día del crecimiento de tu pueblo porque solté una palabra, porque abracé a quien lo precisa.

jueves, 12 de abril de 2012

correspondencia

Y si llega tu canción, ya sé que bendijiste mis oídos porque puedo escucharla.

Y si llega tu canción, ya sé que resucitaste mis sentidos porque puedo experimentarla.

No le pido prestada frases a nadie. Tu canción hospeda mi letra como el océano a la tabla y el sorgo al temporal, como una declaración desordenada y franca de que tu sangre desintoxica y limpia, devuelve la respiración y me roba de la melancolía.

En tu canción hay suministro de nutrientes indispensables para continuar mi caravana, este viaje aparentemente errático en el que cada tramo confirma que voy en dirección a casa. Sigamos de viaje por favor, vayamos a todas partes a donde haya que ir; yo te agradezco el cielo y la infusión, los discos y la comida, los sábados completos y el progreso de mis iniciativas.

Gracias porque aunque mañana habrá guerras, ataques por intención, heridas que supuran y cicatrices que huyen de la ciudad, en esa violencia se hace tangible tu provisión decisiva. ¿Quién puede durar algo sin contar con tu piedad? En tu pesebre, la salvación es la canción establecida, antónimo de inestabilidad, el sostén para decidir creer.

Nunca te necesito poco, nunca dejo de ser una criatura con urgencia de tu abrazo, siempre me acuerdo del osario del que me sacaste. No te miento mis culpas, no aparento el clamor, te pido el día -hoy y todos- para vivir correspondiendo tu gracia.

jueves, 5 de abril de 2012

de por vida


Vivo la tensión entre pedirte y esperar. Mientras espero no me quedo quieto. Por momentos doy en el blanco, por momentos pinto a negro mi condición. A veces me siento el monstruo malvado de la ciudad, una suerte de escuerzo cívico disimulado por cierto estilo y esta voz.
Vivo la tensión entre pedirte y esperar. Creo corresponderte lo segundo, porque eso habla de la confianza que te tengo, pero tu instrucción también me invita a aturdirte de clamor desde mi médula desesperada. La sangre triste fluye más lento, la abstinencia es proporcional a la productividad, el día libre es largo sin aventuras por compartir.

Estoy tratando de vivirte sin atriles ni liturgia, sin ofertas all inclusive ni ministraciones cinco estrellas, con la única realidad de ser vos y yo, con todos pero sin nadie obstruyendo el vínculo. Aunque en la multitud de consejeros hay sabiduría, la muchedumbre ha distorsionado el encuentro y no soy nada si no soy real.

Preciso todo lo que quieras darme, preciso lo sobrenatural de no ser mi propio villano. Un diablo en la carne inflama el fuego y el horno en la piel quema stickers de un mundo feliz. Pero tu presencia, causa de cualquiera y todos los milagros, llama de nuevo desde las grietas de lo insoportable, y renueva la vida limpia y el corazón intacto.

Nadie vive sin que vos lo quieras, todos estamos muertos negados a vos.

Dosifico el ruego, espero en secreto, tu protección es sólo merecimiento tuyo; lo mismo que mi alegría y mi entusiasmo, y mi restablecimiento después de Nagasaki. Yo quiero que estés todo el tiempo, todo el tiempo quiero rendirme ante tu gracia y tus pies, y que mi casa y mis intenciones, mis emprendimientos y mi piel, mis ojos y mi mirada, mi viaje y mi pantalla, que mi todo sean tu soberanía, recintos tuyos para una fiesta nuestra de por vida.

Gracias por todo, gracias por vos. Escandalizarse jamás es ninguna de tus reacciones.