jueves, 24 de mayo de 2012

imprescindible


Ni siquiera tenés en menos la trayectoria de una sola gota de mi sangre. Te desentendés de nada, de nadie. Murallones de catástrofes parecen confirmar tu ausencia, sin embargo este y todos los planetas, este y todos los mundos siguen siendo porque lo permitís y porque querés. No hay señor en la tierra, feudal o contemporáneo, que por más que ostente y posea miles bienes, documentos, propiedades, títulos y manipule gobiernos, esté por encima tuyo. Tuya es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitamos. Tuyos son el poder y la gloria, el reino y la heredad.

GRACIAS por tu soberanía inviolable. Más les convendría a quienes oprimen pueblos, cranean atentados, disparan bombas y misiles, suben impuestos y bajan salarios, velar por sus propias almas. Ninguna decisión queda sin consecuencia, nadie quedará sin responder por sus actos, soy parte de la multitud y entre esos millones me viste y me ves.

GRACIAS por los cheques, por la casa en las nubes, por tu voz a través de otra voz, por golpear mi pecho con tu Palabra esclarecedora. Gracias por esta mañana que llega después de que anoche el corazón se me salió por el pecho de tanto clamarte el cumplimiento de la promesa. Yo no te necesito como una rueda de auxilio, un remolque, o de casualidad. Sos imprescindible para respirar y ver, para pensar y comer, para dormir y despertar, para creer y resucitar, para cantar y hablar, para latir y ser el mejor, para no dejarme tragar por las mandíbulas de la conmoción.

No sos una invención, no sos mi imaginación, no sos un pensamiento mágico, tampoco una sensación. Yo te creo, te creo, creo que existís y sos, te creo y te experimento.

Mi vida está en tus manos. Mis manos están empuñando ametralladora.

domingo, 20 de mayo de 2012

todo sabio

Dame tu sabiduría, engendrá en mí tu sabiduría, habitáme como el agua habita las cavidades del océano y las nubes habitan el cielo. Todo el que soy, lleno de vos, porque yo quiero ser sabio.

Por ahí hay sabidurías respetadas, elocuencias comentadas puestas sobre estrados que a personas les gusta aplaudir; yo no busco ser sabio para ser reconocido. Dame tu sabiduría en esta intimidad de la mañana, o en la exigencia de la noche, o en el asentamiento de la tarde. Yo quiero ser sabio para aprovecharte al máximo, para vivir completo, y que todas mis decisiones nos den gusto a los dos.

Para decidir mal me preciso sólo a mí. Para decidir y reaccionar con riqueza, madurez, alegría, productividad, te preciso a vos, y a tus agentes que quieras mandar.

Dame tu sabiduría, Rey, demostráme esta misma mañana, todo este día, por favor esta noche, que me estás haciendo más sabio. Dame palabras impensadas que sean las oportunas para mí y los demás. ¿Qué decir y qué callar? ¿Qué decir y cómo decirlo? ¿Qué callar y cómo batallar desde el silencio?

Tu sabiduría, toda tu sabiduría. Hoy, después, en la cena, siempre. Ya. Ya, todo yo, lleno de vos. Ya, yo, todo tuyo, todo sabio.

viernes, 4 de mayo de 2012

incandescencia



Nunca sos mi última opción, nunca estás por si las moscas, has provisto mi vida con las oportunidades necesarias, nunca me dejo diagnosticar por la televisión. Y voy a tu vera, y soy el que sueña con los ojos abiertos y la mente fértil a vos. Desanude la soga esta mañana, otra vez me doy cuenta de que matarse es estar vacío y yo tengo tu voz en mi jardín.

Tu voz crece en mi voz, tu voz amalgama cielo y tierra, el amor y el caos, la polución y tu sangre en un sonido nuevo, único, un tono que abraza, una textura que hospeda, palabras hijas de tu Palabra. Dame más profecía que quiero estar siempre listo.

La calle clava dependencia en cualquier intento de libertad, la calle no le saca provecho al hombre, al contario; todos en la calle son ninguno, todos están hervidos, nadie mira a los ojos pero casi todos miran las braguetas y las tetas. Con tanta urgencia genital, reposar es una rareza, gimnasia exótica venida desde Belén. Y vos sos mi reposo, y mi escudo, y mi yelmo, y mi porción. Vos sos en quien primero pienso, a quien primero voy; intento que mi amor coincida con las decisiones que tomo, los dos sabemos que muchas veces mis reacciones no te aman nada, te desconocen, aunque nunca te reniego.

Me sigue asombrando tu luz en mis sombras, tu verano infinito sobre mi invierno elemental, tu voz brotando por mi voz. El jardín se alegra de verte llegar, yo más que el jardín me alegro de verte llegar y de que te quedes, no un rato, no una batalla, sino siempre, siempre.

GRACIAS.

Tu voz recuperó mi camino y el desierto es un lugar en el que no me centro porque estoy viendo tu futuro y tu esperanza. Vengo de vos, voy a vos, vuelvo a tu voz. Esta noche avanza con las luces bajas; de tu incandescencia salgo refrescado.