viernes, 5 de abril de 2013

asombrado

Para con nadie tengo tanta voluntad de agradecimiento y celebración como para con vos, para con nadie, para con nadie.

Para con nadie tengo siempre a mano tanta disposición de arrepentimiento, pedido de perdón y reinicio, para con nadie, para con nadie.

Aunque sé que lo sabés, dejáme decirte que siempre me sos oportuno, y que tu presencia, vengas como vengas, me viene siempre bien. Me venís bien cuando sos el Padre, me venís bien cuando sos auxilio, me sos tan bueno cuando sos el proveedor y el docente, el desinfectante y el compositor de mi melodía introspectiva, el organizador de mis salidas y mi patovica invencible.

Me venís tan bien cuando me duele actuar como si no te conociera, así como cuando me invitás un abrazo en el medio de una sensación de fracaso.

Creéme que viajo palabras, indago las maneras, exprimo mi background y sigo sin hallar algo más relevante que GRACIAS. Para con nadie estoy tan seguro de gritar GRACIAS. Porque te merecés esa palabras de principio a fin, todos los días, todas las horas, los minutos todos, cada respiración.

Siempre me tomo atribuciones con vos, yo lo sé y vos sabés que me pone un poco incómodo pero, por favor, seguí estando aunque yo no te espere ni te invite, seguí siéndome fiel aunque hayas tenido que pagar la fianza para sacarme del calabozo, seguí llegando de la manera que quieras. Todas tus maneras, todas tus versiones a mí me vienen perfectas.

Y dame siempre otro abrazo, sobre todo en las noches, cuando la vida se pone mucho más cruel. Si te parece, yo te espero con un vinito y charlamos y brindamos y me contás lo que quieras que siempre es un gusto escucharte. GRACIAS. A vos. Por vos. Por todo. Vos sabés que nadie pero nadie es tan tan importante para mí. No sé bien cómo hacés pero me sigue asombrando tanta dedicación para conmigo y tantas estrellas en el cielo.

1 comentario: